Propaganda, humor y empoderamiento en el arte del sufragismo | Inés de Hueso

Por Inés de Hueso - agosto 26, 2018


El Daily Mail (...) llamó a los miembros de la Unión "Suffragettes", añadiendo el diminutivo feminizado al final de la palabra (...) Su objetivo era usar humor inofensivo para denigrar las dimensiones políticas de la WSPU haciéndola parecer ultra femenina y en consecuencia, algo frívola. - Krista Cowman

El 6 de febrero de 1918 se aprueba la Ley de representación de los pueblos, que permite a mujeres mayores de 30 años con requisitos mínimos de propiedad, votar. La Ley de Parlamento (calificación de la mujer) en ese mismo año, permitió a las mujeres formar parte del Congreso como diputadas. Diez años después, en 1928, la Ley de representación de gentes permitiría votar a las mujeres mayores de 21 años en Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

El camino para llegar a estas leyes no fue fácil. Las peleas fueron muchas y también los frentes por los que atacar. En esta coyuntura, el arte fue una herramienta fundamental para reflejar la realidad de las mujeres, pero sobre todo, para combatir de la forma más inteligente que sabían. Existieron numerosos colectivos de diferentes ideologías políticas dedicados a la producción de cartelería, postales y toda clase de imágenes que sirvieran tanto en las manifestaciones como forma de contestar a todas las mofas en contra del sufragio.

Eran numerosas las formas en que ridiculizaban a las mujeres, atacando su femineidad, su estupidez, o rebajándolas al mínimo nivel. En cuanto a representaciones contra el sufragio existen numerosas, que a veces eran contestadas por las integrantes de los grupos artísticos pro-sufragio.

En las postales, por ejemplo, era usual la representación de mujeres como animales y más comúnmente como gatos, lo que nos deja una de las postales más famosas en contra del sufragio. Fundamentalmente buscaban infantilizar a las mujeres, convirtiendo su lucha en algo secundario, relacionándolas con elementos tradicionalmente femeninos, inofensivos o ridículos. Las humillaciones se extendían a todos los extremos, desde ridiculizarlas a desearles la muerte.



Algunos de los grupos más destacados

Artists' Suffrage League (ASL)

Fue el primer grupo de artistas por el sufragismo. Fundado por Mary Lowndes en 1907. También integrado por Emily Ford, Barbara Forbes, May H Barker... etc. Su función era proveer de material gráfico y propagandístico que pudiera ser usado por las mujeres en las manifestaciones como forma de cambiar la opinión parlamentaria sobre el sufragio femenino. Entre algunas de sus más importantes intervenciones podemos destacar el diseño de 16 pósters para la manifestación del 13 de junio de 1908 organizada por la NUWSS o la organización de una competición de pósters en 1909, para el que ganó la propuesta de Duncan Grant con su póster "handicapped".



Buster Girl - Caroline Watts
Cartel para la marcha del 13 de junio de 1908.

Derechos de la mujer - May Lowndes. Impreso por el ASL.

Handicapped - Duncan Grant (1909)
ganador del concurso de carteles organizado por la ASL.



















Suffrage Atelier

Fundado en 1909 por Laurence Housman, Clemence Housman y Alfred Pearse. Sus métodos de propaganda abarcaban diferentes soportes, llegando incluso a utilizar sus propias viviendas como talleres improvisados para crear los carteles. Fue un grupo menos organizado y contaba con menos profesionales. El Suffrage Attelier era una muestra de esta variedad de ideologías, donde sus fundadores eran hombres de derechas. Entre algunos de sus miembros podemos destacar la participación de Pamela Colman Smith, quien sería conocida posteriormente por las ilustraciones del Tarot Rider Waite. Dentro de sus creaciones artísticas tenían su propio código de colores, a diferencia de los colores usados por la NUWSS; blanco, verde y morado.







Woman's Social and Political Union (WSPU)

Fundada en 1903, no era precisamente una institución artística, pero al contar con unas fuentes con fuertes raíces culturales además de influjo del socialismo y del Partido Laborista Independiente fueron creadoras de diferentes materiales culturales y de postales satíricas con las que respondían los intentos de sabotaje del movimiento sufragista. Entraba en contradicción con la NUWSS, que desde el principio había abogado por medidas más "constitucionales" mientras que la WSPU se había lanzado a los disturbios violentos.


Las imágenes trascienden las cuestiones estéticas, siendo sobre todo, empoderantes y útiles, fáciles de transmitir, vistosas y siempre con los colores representativos, que variaban a veces según la organización artística que las realizara. El arte no dejó de ser importante ni siquiera después de conseguir el voto femenino, cuando decoraron el Queens Hall en Londres para la marcha realizada en 1918 con motivo de la celebración de la victoria conseguida.

Además de las manifestaciones visuales, existen otras que si bien pudiesen ser menos famosas no por ellos eran menos importantes como la escritura, por medio de la Women Writers Suffrage League, fundada por Cicely Hamilton, de donde salíeron algunas obras teatrales de temática sufragista que interpretaba otro colectivo de artistas, la Actresses' Franchise League. Entre estas obras destacan "How the vote was won", "Votes for women", o "A Pageant of Great Women".

En una combinación entre las disciplinas visuales y escritas encontramos "Beware! A Warning to Suffragists", un panfleto publicado en 1908 por la Artists' Suffrage League donde participaron Mary Lowndes, Dora Meeson Coates and C. Hedley Charlton a las ilustraciones y Cicely Hamilton escribiendo los textos, con una edición original de 700 copias, que mandaba mensajes dentro de su tono cómico para instar a las mujeres a luchar por su voto.


Portada del panfleto "Beware! A warning to Suffragists"

Ilustración de "Beware! A warning to Suffragists"
texto de Cicely Hamilton e ilustraciones por artistas de la ASL.

En conclusión, esta retrospectiva nos demuestra varias cosas: en primer lugar, que el arte constituye un reflejo de la realidad social y política, esto es, que la realidad le es necesaria para existir. En segundo lugar, que el arte nunca está carente de ideología, pero que existen numerosas formas de responder a la ideología dominante. Y por último, que el arte constituye una gran fuente de documentación histórica sobre un proceso como fue el sufragismo, una muestra más de que la creación artística es un producto colectivo, un movimiento grupal que trasciende hasta nuestros días. Así, las teorías de hoy no serían nada sin la lucha de sus predecesoras.



Inés de Hueso nació el 28 de marzo de 1998 en Cuenca. Actualmente vive en Toledo, aunque recientemente estudiaba Historia del Arte en la Universidad de Salamanca. Escribe desde que tiene uso de razón, y empezó a interesarse por la Historia del Arte cuando comenzó el Bachillerato de Humanidades. Escribe sobre el tema en "Arte en los huesos", y aquí, para dar una perspectiva feminista del panorama artístico.

Cita inicial (página 261)

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