«Conforme vas rompiendo límites, cada vez es más fácil llegar a tus objetivos». Entrevista a Marta Expósito | Blanca Olivares Herrera

Por Editorial - julio 01, 2018

Marta Expósito en la piscina del polideportivo Esperanza Lag (Elche). Fotografía de Juan Carlos Soler

Brazada a brazada, esta ilicitana ha sabido cómo hacerse un hueco en el deporte adaptado. Nadie imaginaba que después de sus primeros chapoteos a los seis años y superando sus propias marcas, le demostraría al mundo que una mujer como ella no tiene límites, sólo metas.

Recuerda a las primeras personas que la empujaron a saltar a la piscina en ese 2004 y empezar a competir, las mismas que consiguieron algunos avances en Elche con el deporte adaptado, a pesar de que sigue sin disponer de las ayudas económicas suficientes para que las deportistas puedan centrarse completamente en ello. Se adaptó a un club en el que entrenaba con niños más pequeños que ella y aunque algunos la hundían, supo sacar la cabeza fuera del agua. Tuvo que abandonar una vez, consciente de que por desgracia no puede vivir del agua pero, y lo que al principio parecía un adiós definitivo, se convirtió mes después en un regreso compaginado con su formación académica.

Participa en otros proyectos para ayudar a otras personas con displasia ósea, pero confiesa que para que lo normativo vaya desapareciendo, los clubes deben integrarlos. Afirma que la condición de tener un sexo u otro en la natación poco importa, pero sí que la encuentra en otros aspectos deportivos. 
Y aquí la tenemos, haciéndonos un hueco entre su vida acuática y acabando su especialidad en radiofármacos:

Hola Marta, ¿qué significa para ti la natación?

Hola Blanca, la natación me ha dado una grandísima oportunidad para conocer gente nueva, viajar a lugares a los que habría imaginado ir, como a Reikiavik para ir a los Campeonatos de Europa. Además, me ha hecho crecer como persona, aprendiendo valores como la constancia, el sacrificio, la responsabilidad, el compañerismo. Valores que me han traído hasta donde estoy y de tener la oportunidad de poder ser una referente en el deporte, sobre todo para que la voz de muchas personas con discapacidad pueda ser escuchada. 

¿Tienes algún recuerdo amargo de alguna competición?

Sí, en el año 2009 fui a mis primeros campeonatos de Europa en Islandia y al año siguiente, se celebraban los campeonatos del Mundo. La marca mínima del campeonato del Mundo la tenía ahí, pero por lesiones y nervios no pude alcanzarla. Fue el momento más duro, pero en esa temporada fue en la que más aprendí. Tras esa temporada, me tomé un tiempo de descanso, que pensaba que sería un descanso definitivo, pero solo duró un mes. Volví con más ganas aún de luchar, sabiendo la dificultad y la necesidad de compaginarlo adecuadamente con mis estudios universitarios. 

¿Te ha costado hacerte un hueco entre otros nadadores por el hecho de tener acondroplasia y ser mujer?

Los primeros contactos con los cursos de natación, tenía miedo a las burlas. Pero al final empiezas a pasar de esos miedos, te acostumbras a las primeras miradas, y cuando los demás se acostumbran a ti, la acondroplasia desaparece. La natación es un deporte en el que el ser hombre o mujer, importa poco. En la natación entrenamos todos juntos y competimos casi a la vez, separando las carreras por sexo y por categoría en el caso de competiciones adaptadas. Cuando entré en mi primer club, no había ningún discapacitado y entrenaba en un grupo de niños con 3 o 4 años menos que yo y sin discapacidad. Durante los entrenamientos me pasaban por encima, me hundían, y no tenía equipo de competición. Tal vez el mayor problema en mi caso fue haber sido la única en el club con discapacidad. 
Más tarde, en el 2016 entré en el Club Esportiu Aquarium Alacant, un club para personas con discapacidad. Aquí me di cuenta de la necesidad de tener entrenadores y monitores que se interesen por el deporte adaptado y que se impliquen, porque nosotros, más que nadie, necesitamos el deporte. 
Es muy importante que los clubes deportivos integren personas con discapacidad, pero en mi caso, mi progresión en la competición exigía una dedicación que debía ser dada por entrenadores conocedores e interesados en él.

Tienes hasta 50 títulos de campeona de España ¿recuerdas algún título o alguna competición con especial emoción?

Los de las temporadas 2016-2017 y 2017-2018. En el año 2016 comencé con mi nuevo club y di un salto importante en mi progresión. Había pruebas en las que no conseguía mejorar los tiempos y ahora he vuelto a batir algunas de mis mejores marcas personales. 

El año pasado participaste en los Mundiales de Personas de Talla Baja en Canadá (WDG) ¿qué puedes decirme sobre cómo otros países tratan a los discapacitados y cómo España os trata?

A España le queda un largo camino por delante. Las políticas sobre discapacidad en otros países son cumplidas y respetadas. En Canadá o Estados Unidos, todas las puertas están automatizadas lo que facilita el acceso a personas con silla de rueda a cualquier edificio; las máquinas para sacar los billetes de tren tienen diferentes alturas; entre otros. También en estos países hay más personas con discapacidad paseando o viajando que en España. Esto se traslada en que las personas con discapacidad en estos países no tienen que preocuparse de “si salgo con mis amigos, no voy a poder acceder a este restaurante”.

¿Recuerdas alguna situación, por ti o alguna compañera, en la que hayas sufrido discriminación por el hecho de ser mujer?

En la natación apenas hay discriminación por sexo, pero sí la he notado a la hora de comprar bañadores. A una mujer le sale muchísimo más caro comprarse un bañador que a un hombre. Y al igual que en el resto de deportes, existe una gran discriminación por parte de los medios de comunicación, en la atención que dedican a las mujeres deportistas. Creo que estos medios tienen la solución en su mano pues con tan solo dedicar el mismo tiempo de noticias a uno y a otro, la gente se acostumbraría a ver el deporte de ambos sexos y celebraría por igual ambos logros. 

Participas de forma activa en la Asociación AVADOS ALPE y también formas parte del proyecto FER, cuéntanos un poco de estos dos proyectos y de qué manera colaboras.

La asociación AVADOS ALPE comprende a todas las personas con alguna displasia ósea, que ayuda tanto a padres como afectados en todo lo necesario sobre la discapacidad. Siempre que me han llamado les he apoyado, contando mi experiencia. Mi apoyo se fundamenta principalmente de cara a los padres que no saben el futuro que les deparará a sus hijos. Creo que los miedos pueden ser normales al no conocer la discapacidad y por eso es necesario que vean a gente con la misma discapacidad que ha estudiado, que está trabajando y que tiene una vida establecida. 
Muchas veces al asimilar una discapacidad a una patología genera en los padres una ansiedad o unos miedos infundados, la mayor parte de discapacidades no son enfermedades que haya que curar, hay que aprender a vivir con ellas. 

¿Qué le dirías a una persona con alguna discapacidad física que sienta que no puede superar sus límites o vea que el resto de la sociedad lo limita?

Los límites están para romperlos y si hay algo que quieres conseguir, debes hacer lo impensable por ello. La sociedad no nos lo va a dar envuelto en papel de regalo, por lo que debemos ser nosotros los que busquemos los caminos para llegar a él. Cuando lo consigues, sabrás que ha merecido el esfuerzo. 
Conforme vas rompiendo límites, cada vez es más fácil llegar a tus objetivos. Te acostumbras a no tener miedo y a ser independiente. 

¿Crees que en la sociedad de hoy en día aceptamos que hay gente diferente o aún nos queda camino por recorrer?

Poco a poco la sociedad va aceptando la diferencia, pero aún hay camino por recorrer. El hecho de que poco a poco se vaya viendo a mujeres, gays, lesbianas, gitanos o personas con discapacidad en grandes puestos de trabajo va haciendo que la población sea consciente de la no existencia de la “normalidad”. Todos somos diferentes y en esa diferencia reside la belleza de la humanidad. Como ya he comentado, las acciones (adaptaciones, ayudas a personas con discapacidad, etc.) que hagan las instituciones son fundamentales.

¿Qué soluciones propondrías a los ayuntamientos para que las ciudades y pueblos estén adaptados para todos?

Una legislación que obligue a la completa adaptación de todos los espacios tanto públicos como privados. Para ello, los ingresos necesarios son inmensos, pero ¿quién no te dice a ti que algún día necesitarán esa rampa o esa puerta automatizada? Hasta que no sean totalmente conscientes de lo que la sociedad pide a gritos, no avanzaremos. 

Eres un ejemplo de superación tanto como para deportistas, mujeres y personas con alguna discapacidad, pero suponemos que como al resto de los mortales, hay veces que algunos momentos nos superan, ¿tienes alguna frase o canción para esos momentos?

El miedo hiere más que la espada. 



Blanca Olivares Herrera, ilicitana finalizando Estudios Franceses en la Universidad de Granada. Ávida por descubrir distintas realidades, vivió un año en Marsella donde comenzó su andadura como activista, centrándose en el feminismo. Entre sus aficiones están la pintura, la lectura, el deporte, los idiomas y escribir para reflexionar y divulgar.


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