Neoliberalismo y feminismo | IV Jornadas de Teorías Feministas de la UAM

Por Luna Arctica - junio 19, 2017


El siguiente texto son los apuntes que tomé de la charla "Neoliberalismo y feminismo" impartida por Justa Montero en las IV Jornadas de Teorías Feministas de la UAM. Compartiré también próximamente los apuntes del resto de charlas de las Jornadas. No lo hago porque esté de acuerdo con todo lo que se dijo, me reservo mis discrepancias, sino porque creo que es importante tratar estos temas desde diversas perspectivas, y pese a no compartir ciertos puntos expuestos durante las Jornadas, considero que cualquier persona debería tener acceso a ellos y poder juzgarlos por sí misma.

El neoliberalismo surge en los años noventa con las políticas individualistas-capitalistas de Tatcher y Reagan. Es decir, el neoliberalismo surge en el marco del capitalismo.

Los pilares del neoliberalismo son:

1. El mercado requiere la intervención activa del Estado.

Es decir, el Estado se responsabiliza y se fortalece, puesto que modula las políticas públicas. Esto conlleva la censura del espacio público de las mujeres. Dado que el neoliberalismo ignora la igualdad, profundiza las jerarquías sociales y refuerza la división sexual del trabajo. Esto condiciona las relaciones sexuales entre mujeres y hombres en la sociedad, así como las que se dan entre mujeres.

2. La esencia del orden del mercado es la competencia, no el intercambio.

Entendemos competencia como la unidad de desigualdad entre las personas. Aparece la figura del emprendedor, que se forja como modelo del éxito neoliberal. La mujer puede aspirar a ser su propia empresa, pero esto genera procesos de precarización (dualidad). Un ejemplo de este tipo de mujer es Hillary Clinton, que representa el ideal de la mujer poderosa. La dualidad antes mencionada es consustancial al capitalismo. Mientras que existen este tipo de mujeres, la mayoría ni siquiera tiene "el derecho a tener derechos" (Hannah Arendt). Por ejemplo, el trabajo doméstico y la maternidad no son remunerados con derechos como la seguridad social o remuneración económica, que pueden permitir a las mujeres emanciparse y no ser económicamente dependientes.

3. Universalización de la norma de la competencia, que alcanza a los individuos.

Se plantea el neoliberalismo como subjetivización: cada individuo actúa en favor de sí mismo y para alcanzar sus propias metas. El sujeto neoliberal tiene connotaciones individualistas, económicas y surge con la idea de ser "su propia empresa". El sujeto neoliberal por excelencia es Donald Trump. Esta competencia tiene como consecuencia la creación del sujeto neoliberal al margen de los derechos, e ignora a las personas que viven en los márgenes. Las personas que se constituyen como sujeto suelen ser hombres blancos burgueses, por lo que la narrativa es masculina y patriarcal.

En este marco es importante distinguir entre decidir y elegir. El neoliberalismo transforma el derecho a decidir (entre todas las opciones) en el derecho a elegir (las opciones que te ofrece el capitalismo como mujer). En definitiva, se mercantiliza el derecho a elegir, y los derechos se convierten en sentimientos (derechos de los cuidados). Se habla de responsabilidad personal en vez de sobre prestaciones públicas.

4. Componente de criminalización de las personas que viven en los márgenes.

Se juzgan las conductas individuales, se culpa al individuo. Esto se hace mediante el relato moralizante, en el que se crea la figura del enemigo simbólico. Esto infunde inseguridad en la población que, sumada a la poca formación que recibe, impide su análisis. Gracias a esto, el Estado refuerza sus armas penales. Para evitarlo, es necesario recurrir a la movilización de la sociedad en lugar de al Estado. Recurriendo a lo penal, se pierde terreno. Para lograr la emancipación hay que recurrir a la contestación social.

5. Tratamiento de la igualdad.


El neoliberalismo prescinde de la igualdad. El sujeto universal de la mujer no representa a las mujeres. Las mujeres están determinadas por el género y más jerarquías (orientación sexual, edad, etnia, clase...). Es importante analizar en este contexto cómo se reproduce la desigualdad. El neoliberalismo promueve nuevos valores, entre los que podemos encontrar el amor romántico. En el amor romántico se da la ausencia de reciprocidad: solo uno de los integrantes (el hombre) expresa su individualidad.

6. Respecto al reconocimiento identitario.

Las mujeres no vemos nuestras vidas reconocidas, ni nuestras demandas o agenda política. Para ello es necesaria la creación de un sujeto contingente (político). Si no lo nombramos establecemos como normal lo normativo.


Para poder escribir un relato alternativo, es imprescindible plantear una serie de cuestiones estratégicas. La primera de ellas sería reconocer la agencia de las mujeres (somos capaces de entender, de organizarnos, de defendernos....). Nuestra capacidad debe ser reconocida pese a la violencia. en segundo lugar, debemos evitar establecer jerarquías: del mismo modo que no hay que centrar la política patriarcal, tampoco debe centrarse la política sexual. En tercer y último lugar, las mujeres deben ser consideradas como sujetos diversos. El género determina a las mujeres, pero no solo; también lo hacen la raza, la clase, la orientación sexual... Es importante tener un enfoque interseccional. Esta determinación se expresa en las relaciones, la organización, la sexualidad, la maternidad...

Debemos escribir un relato alternativo, no solo desde la academia sino también de la praxis. Siempre teniendo en cuenta la multiplicidad de sujetos: lo común también implica derechos individuales dentro de un proyecto de justicia social.

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